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El camino a la paz

1. Descubriendo el corazón de Dios

”Consuelen, consuelen a mi pueblo. Háblenle cariñosamente a Jerusalén...” (Isaías 40:1)

Este es el Corazón de Dios. El corazón de Dios es que nos bendiga, nos de la paz y un futuro. Incluso después de la terrible rebelión de Israel, que dio lugar a la cautividad en Babilonia dijo:

Yo los visitaré y cumpliré la promesa que hice a favor de ustedes de hacerlos regresar a este lugar. Se muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no para mal. Son de darle un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:10-11)

Estos pensamientos de paz de Dios son descritos en otra profecía como: Su alegría será eterna. (Isaías 61:7 comparar con Isaías 51:11).

O como David dice que confiar en Dios: Tú me enseñas el camino que lleva a la vida. Hay mucha alegría en tu presencia; a tu derecha hay placeres que duran para siempre. (Salmo 16:11)

Este es el plan de Dios para nosotros. La vida, la paz y la alegría de la plenitud en una relación estrecha con él.

Pero, ¿porque la mayoría de nosotros no tiene esa paz?

2. Enfrentar el problema

El problema no es ciertamente del lado de Dios. El profeta Isaías lo pone de manifiesto:

Mira, la mano del Señor no es tan corta como para no poder salvar, ni sus oídos como para no oír. Pero las maldades de ustedes han hecho que él se oculte y no los escuche (Isaías 59:1-2)

Isaías toca aquí en nuestro mayor problema. La separación profunda entre Dios y el hombre por causa del pecado humano. Un problema que se remonta muy al principio de la humanidad. El hombre desobedeció a Dios, se separo de él, se hizo muy corrupto (ver Génesis 3-8). El diagnostico del Tanaj para el hombre es una realidad dolorosa.

Este es el hombre: “... La mente del ser humano es mala desde su juventud (Génesis 8:21)

Por otro lado vemos a Dios y sus normas: “Dile a los israelitas que sean santos porque yo, el Señor su Dios, soy santo” (levítico 19:2)

El pecado y la santidad de Dios es aceite y fuego. Por lo tanto a menos que nuestro pecado sea tratado, Dios no puede tener una relación personal con nosotros.

El no permite el pecado en su presencia. “Tus ojos son demasiados puros como para mirar el mal.” (Habacuc 1:13)

Serias incapaz de observar la maldad

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Pero no podemos resolver el problema por vivir bien, y con buenas obras, o incluso por ser seriamente religiosos?

No, no podemos cerrar la brecha existente por nuestro propio esfuerzo!

David lo sabía cuando oró: “No me lleves a juicio a mi que soy tu siervo porque delante de ti ningún ser humano consigue estar bien contigo.”(Salmo 143:2)

Incluso el guardar la Tora no nos ayudará. Si, Dios dio la Tora y eso muestra los objetivos santos de Dios y su honradez; pero exactamente debido a esto es la ley “un testigo contra nosotros”. Tal como Moisés dijo:

“Tomen este libro de la ley y pónganlo al lado del cofre del pacto del Señor su Dios. Estará ahí como testigo en su contra porque yo sé mejor que nadie que ustedes son tercos y rebeldes. Miren, si ustedes se han estado rebelando en contra del Señor aun ahora cuando todavía estoy vivo y con ustedes, con mayor fuerza se rebelaran después que yo muera. (Deuteronomio 31:26, 27)

El pacto que Dios hizo en el Sinaí en realidad esta roto, roto por nuestros pecados. Solo hay una esperanza: un Nuevo pacto en el que el problema del pecado se trate. Moisés en realidad esperaba por eso ya: que habría “una circuncisión del corazón”. (Deuteronomio 30:6).

Y gracias a Dios que Él prometió darles un nuevo pacto:

Llegará el día en que hare un nuevo pacto con Israel y con Judá. No será como el que hice con sus antepasados, cuando los lleve de la mano para sacarlos de Egipto; puesto que ellos lo rompieron... (Jeremías 31:31,32) (Véase tam- bién Jeremías 31:33-34, Ezequiel 36:25-28)

3. El camino de salida: la fe y la sangre de la expiación

Ya en el Tanaj la manera de salir del “problema del pecado” es a través de las fe: La vuelta a la gracia de Dios, confiando en sus promesas así como el salmo 130 dice:

Yo pongo mi esperanza en el Señor; mi alma espera en él, confió en su palabra. Espero en el Señor como el guardia espera ansiosamente a que amanezca. Israel, confía en el Señor; solo en el Señor se encuentra el fiel amor y la salvación. Él librará a Israel de todas sus maldades. (Salmo 130:5-8)

Exactamente a este “salvar vidas” la fe en Dios también el 9 profeta Habacuc señaló:

“Pero el aprobado por Dios vivirá por su fe.”(Habacuc 2:4 véase también Isaías 26:3-4) Esta fe es la razón de que incluso Abraham fue considerado como justo: “Y Abram le creyó al Señor, quien valió su fe como si hubiera realizado algo muy bueno y lo aprobó.” (Genesis 15:6)

Pero todavía hay una cosa más esencial. Desde tiempos inmemoriales esta fe estuvo estuvo acompañada a través del sacrificio de los animales. (Abel Genesis 4:4, Noé Genesis 8:20,21, Abraham Genesis 12:7-8, 13:4, 13:18, Isaac Genesis 26:25, Jacob Genesis 33:20)

En realidad aquí en Jerusalén, en el monte Moria, fue el lugar donde Abraham e Isaac aprendieron de una manera dramática la necesidad de un sacrificio susti- tuto. Dios proveyó un carnero en lugar de Isaac. (Génesis 22:8-13) Abraham llamo este sitio: y todavía hoy se dice:< En el monte, el Señor provee>. ” (Génesis 22:14) En el mismo lugar mas tarde el temple fue construido. (2 Crónicas 3:1)

La sangre de un sacrificio –el cordero de Pascua- también fue clave cuando Israel fue redimido de Egipto:

“Cuando el Señor pase matando a los egipcios, vera la sangre en todo el marco de la puerta y pasara de largo por esa casa. Así el Señor no dejara que el Destructor entre en sus casas a matar.” (Éxodo 12:23)

Mas tarde Dios le dio a Israel un sistema entero de sacrifi- cios (ver el libro de levítico). Lo dijo a través de Moisés:

“Porque la vida del animal está en la sangre. Yo acepto que ustedes coloquen la sangre en el altar como rescate por ustedes porque la sangre representa la vida del animal.” (Levítico 17:11)

Pero Por qué Dios querría que el hombre pasara por este terrible procedimiento de matar a un animal? Cuando el que trajo el sacrificio vio el sufrimiento de los animales, sangrando y muriendo por sus pecados, vio el horror del pecado, incluso la pena de muerte que el mismo debería haber recibido.

El sacrificio muestra: La santidad y justicia de Dios: Él no toma el mal con lig- ereza. Hay que pagar un precio por el pecado. Pero también:

La misericordia de Dios: Él esta dispuesto a perdonar a alguien que esta verdaderamente arrepentido y que confía en su gracia solamente. Incluso ofrece un sustituto para expiar los pecados.

La sangre del sacrificio expia el pecado del hombre 1

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Pero no hay sistema de sacrificios ahora! Cómo podemos hacer esta expiación hoy en día?

4. El camino de salida: Dios proveyó un sacrificio para hoy. Crea en ello!

El profeta Isaías profetizó acerca de alguien que se daría a si mismo como un sacrificio sobre el pecado, los sacrificios de los animales eran temporales. Él es el último. Dios le ofrece como nuestra expiación hoy: (Isaías dijo:)

> “En realidad él fue traspasado debido a nuestra rebeldía. Fue magullado por las maldades que nosotros hicimos. El castigo que él recibió hizo posible nuestro bienestar. Sus heridas nos hicieron sanar a nosotros. Todos nosotros nos habíamos perdido como ovejas. Cada uno agarro su propio camino. Pero el Señor cargo en él todo el castigo que no- sotros merecíamos” Porque a él lo quitaron del mundo de los vivos. Lo mataron por los pecados de su pueblo.” Este es “El ungido morirá y se quedará sin nada” (Daniel 9:26). También leemos acerca de él en Isaías 42 y 49. Dios dice acerca de él: Te he llevado de la mano y te he protegido. Te he destinado a ser el mediador de un pacto con la humanidad, a ser luz de las naciones, a abrir los ojos a los ciegos, a sacar a los prisioneros de las cárceles, a liberar de la prisión a los que viven en oscuridad. (Isaías 42:6-7) Dios incluso dice: También te hare ser... que mi salvación llegue a los lugares más remotos de la tierra (Isaías 49:6)

Él será “un pacto con la humanidad” (Isaías 42:6) Este es el que traerá el nuevo pacto en el que el problema del pecado se aborda con... (Jeremías 31:31. Ver página....). Su sacrifi- cio será el fundamento de este nuevo pacto.

Hay muchas cosas más que el Tanaj nos revela acerca del Mesías. Estos son algunos más:

Quién puede ser?

Si examinásemos las profecías con un verdadero espíritu abierto realmente no hay ningún otro candidato real para esto que Yeshua de Nazaret. Él cumplió estas, así como muchas otras profecías. (Para una lista mas amplia consulte la página...)

Las escrituras del Nuevo pacto dan una explicación confi- able de su vida, muerte y resurrección; todos ellos basados en el testimonio de testigos oculares directos. (Vea por ejemplo Lucas 1:1-3, Juan 19:35, 1 Corintios 15:1-9).

El alma de Yeshua se dio como una “ofrenda por la culpa” (Isaías 53:10). Todo esto sucedió cuando murió la terrible muerte de crucifixión aquí en Jerusalén. (Vea Mateo 27:33-55), no muy lejos del lugar donde Abraham una vez aprendió la necesidad de un susti- tuto. Una vez más, ¡Dios proveyó! (Génesis 22)

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Este Yeshua es la esperanza de Israel, así como para todo el mundo.

Las escrituras del nuevo pacto testifican acerca de él:

Miren él es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29) El perdón se recibe a través de la fe. Él ofreció a Jesucristo como sacrificio...(Romanos 3:25)

Aceptándole por fe es la única manera de salir del problema de nuestro pecado Como Yeshua dijo de si mismo:

Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Solamente por mi se llega al Padre. (Juan 14:6)

5. Nueva vida y esperanza en el Mesías

Cuando nos dirigimos a Dios con todo nuestro corazón y ponemos nuestra esperanza en el Mesías, entonces el nuevo pacto comienza a surtir efecto en nuestras vidas. Recibimos el perdón total del pecado.

El antiguo propósito de Dios se hace totalmente cierto: Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo... (Jeremías 31:33).

El incluso nos adopta como hijos e hijas. Como las Escrit- uras del Nuevo Pacto dice: “Pero a los que lo aceptaron y creyeron en el, les dio el derecho de ser hijos de Dios.” (Juan 1:12)

También cuando ponemos nuestra fe en el Mesías, Dios da su Espíritu en nosotros. Su Espíritu nos revela la grandeza de su amor hacia nosotros en el Mesías. (Romanos 5:5, Efesios 3:16-19). Su Espíritu nos da el deseo y el poder de hacer la voluntad de Dios.

Tal como Dios lo dijo a través de Ezequiel:

Les daré un corazón nuevo y les infundiré un nuevo Espíritu. Les quitare ese corazón de piedra y pondré uno de carne. Pondré mi Espiritu en ti. Lo hare para que vivas por mis leyes y para que obedezcas mis reglamentos. (Ezequiel 36:26,27)

O lo mismo en las palabras de las Escrituras del Nuevo Pacto:

Si alguien esta unido a Cristo, (conectado a el por la fe en el), hay una nueva creación. Lo viejo ha desaparecido y todo queda renovado. (2 Corintios 5:17) Y usted comenzara a producir el fruto del Espíritu del Me- sías: El cual es: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bon- dad, fidelidad, humildad, dominio propio.

que pase lo que pase... ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni los poderes diabólicos, ni lo presente ni lo que vendrá en el futuro, ni poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios que se encuentra en Yeshua Ha-Mashiaj. (Romanos 8:38-39) En el Mesías estamos seguros por la eternidad.

En el Tanaj el capítulo de reconocimiento del Mesías sufri- ente (Isaías 53) es inmediatamente seguido por un capítulo lleno de gozo (Isaías 54). En él se describe la paz y la alegría que habrá en Jerusalén después que se haya reconocido que el Mesías soporto los pecados. El Mesías pago el precio: El castigo de nuestra paz fue so- bre el (Isaías 53:5). El resultado para Jerusalén es: Grande será la paz de sus hijos (Isaías 54:13)

Un día el Mesías traerá esa paz por completo, pero usted esta invitado a convertirse en estos hijos de Jerusalén ya, ahora. Te presentamos las Escrituras del Nuevo pacto para conocer más acerca de él, Yeshua el príncipe de paz. Usted esta invitado a leer estas Escrituras. Pero aun más se le invita a formar parte de este nuevo pacto por la fe en Él, por lo que será personalmente verdadero aplicado para usted:

“Aunque se muevan los montes y tiemblen las colinas, mi amor por ti seguirá firme y mi pacto de paz no tambaleara. Lo dice el Señor que se compadece de ti.” (Isaías 54:10)

Aquí esta una oración que te puede ayudar a dar el primer paso de fe en el Mesías:

SEÑOR,
Dios de Abraham en quien confió. Reconozco que delante de ti nadie que viva es justo. Yo reconozco que fallé a tus normas santas y que soy un pecador. Quiero arrepentirme de mis pecados y volverme a ti y confiar en la gracia que tú ofreces en el Mesías. Te doy las gracias por la expiación que diste en el Me- sías, quien murió por nuestros pecados. Ayúdame a conocerlo mejor y ver tu amor hacia mi en el. Ayúdame a confiar en él más y más. Sobre la base de quien es este Mesías y lo que ha he- cho, en el nombre de Yeshua nuestro salvador y Señor te lo pido.
Amen