Este es el Corazón de Dios. El corazón de Dios es que nos bendiga, nos de la paz y un futuro. Incluso después de la terrible rebelión de Israel, que dio lugar a la cautividad en Babilonia dijo:
Estos pensamientos de paz de Dios son descritos en otra profecía como: Su alegría será eterna. (Isaías 61:7 comparar con Isaías 51:11).
O como David dice que confiar en Dios: Tú me enseñas el camino que lleva a la vida. Hay mucha alegría en tu presencia; a tu derecha hay placeres que duran para siempre. (Salmo 16:11)
Este es el plan de Dios para nosotros. La vida, la paz y la alegría de la plenitud en una relación estrecha con él.
El problema no es ciertamente del lado de Dios. El profeta Isaías lo pone de manifiesto:
Isaías toca aquí en nuestro mayor problema. La separación profunda entre Dios y el hombre por causa del pecado humano. Un problema que se remonta muy al principio de la humanidad. El hombre desobedeció a Dios, se separo de él, se hizo muy corrupto (ver Génesis 3-8). El diagnostico del Tanaj para el hombre es una realidad dolorosa.
Este es el hombre: “... La mente del ser humano es mala desde su juventud (Génesis 8:21)
Por otro lado vemos a Dios y sus normas: “Dile a los israelitas que sean santos porque yo, el Señor su Dios, soy santo” (levítico 19:2)
El pecado y la santidad de Dios es aceite y fuego. Por lo tanto a menos que nuestro pecado sea tratado, Dios no puede tener una relación personal con nosotros.
Pero no podemos resolver el problema por vivir bien, y con buenas obras, o incluso por ser seriamente religiosos?
Incluso el guardar la Tora no nos ayudará. Si, Dios dio la Tora y eso muestra los objetivos santos de Dios y su honradez; pero exactamente debido a esto es la ley “un testigo contra nosotros”. Tal como Moisés dijo:
El pacto que Dios hizo en el Sinaí en realidad esta roto, roto por nuestros pecados. Solo hay una esperanza: un Nuevo pacto en el que el problema del pecado se trate. Moisés en realidad esperaba por eso ya: que habría “una circuncisión del corazón”. (Deuteronomio 30:6).
Y gracias a Dios que Él prometió darles un nuevo pacto:
Ya en el Tanaj la manera de salir del “problema del pecado” es a través de las fe: La vuelta a la gracia de Dios, confiando en sus promesas así como el salmo 130 dice:
Exactamente a este “salvar vidas” la fe en Dios también el 9 profeta Habacuc señaló:
Pero todavía hay una cosa más esencial. Desde tiempos inmemoriales esta fe estuvo estuvo acompañada a través del sacrificio de los animales. (Abel Genesis 4:4, Noé Genesis 8:20,21, Abraham Genesis 12:7-8, 13:4, 13:18, Isaac Genesis 26:25, Jacob Genesis 33:20)
En realidad aquí en Jerusalén, en el monte Moria, fue el lugar donde Abraham e Isaac aprendieron de
una manera dramática la necesidad de un sacrificio susti- tuto. Dios proveyó un carnero en lugar de
Isaac. (Génesis 22:8-13) Abraham llamo este sitio:
La sangre de un sacrificio –el cordero de Pascua- también fue clave cuando Israel fue redimido de Egipto:
Mas tarde Dios le dio a Israel un sistema entero de sacrifi- cios (ver el libro de levítico). Lo dijo a través de Moisés:
Pero Por qué Dios querría que el hombre pasara por este terrible procedimiento de matar a un animal? Cuando el que trajo el sacrificio vio el sufrimiento de los animales, sangrando y muriendo por sus pecados, vio el horror del pecado, incluso la pena de muerte que el mismo debería haber recibido.
El sacrificio muestra: La santidad y justicia de Dios: Él no toma el mal con lig- ereza. Hay que pagar un precio por el pecado. Pero también:
La misericordia de Dios: Él esta dispuesto a perdonar a alguien que esta verdaderamente arrepentido y que confía en su gracia solamente. Incluso ofrece un sustituto para expiar los pecados.
Pero no hay sistema de sacrificios ahora! Cómo podemos hacer esta expiación hoy en día?
El profeta Isaías profetizó acerca de alguien que se daría a si mismo como un sacrificio sobre el pecado, los sacrificios de los animales eran temporales. Él es el último. Dios le ofrece como nuestra expiación hoy: (Isaías dijo:)
>Él será “un pacto con la humanidad” (Isaías 42:6) Este es el que traerá el nuevo pacto en el que el problema del pecado se aborda con... (Jeremías 31:31. Ver página....). Su sacrifi- cio será el fundamento de este nuevo pacto.
Hay muchas cosas más que el Tanaj nos revela acerca del Mesías. Estos son algunos más:
Quién puede ser?
Si examinásemos las profecías con un verdadero espíritu abierto realmente no hay ningún otro candidato real para esto que Yeshua de Nazaret. Él cumplió estas, así como muchas otras profecías. (Para una lista mas amplia consulte la página...)
El alma de Yeshua se dio como una “ofrenda por la culpa” (Isaías 53:10). Todo esto sucedió cuando murió la terrible muerte de crucifixión aquí en Jerusalén. (Vea Mateo 27:33-55), no muy lejos del lugar donde Abraham una vez aprendió la necesidad de un susti- tuto. Una vez más, ¡Dios proveyó! (Génesis 22)
Este Yeshua es la esperanza de Israel, así como para todo el mundo.
Las escrituras del nuevo pacto testifican acerca de él:
Aceptándole por fe es la única manera de salir del problema de nuestro pecado Como Yeshua dijo de si mismo:
Cuando nos dirigimos a Dios con todo nuestro corazón y ponemos nuestra esperanza en el Mesías, entonces el nuevo pacto comienza a surtir efecto en nuestras vidas. Recibimos el perdón total del pecado.
El incluso nos adopta como hijos e hijas. Como las Escrit- uras del Nuevo Pacto dice: “Pero a los que lo aceptaron y creyeron en el, les dio el derecho de ser hijos de Dios.” (Juan 1:12)
Tal como Dios lo dijo a través de Ezequiel:
O lo mismo en las palabras de las Escrituras del Nuevo Pacto:
que pase lo que pase... ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni los poderes diabólicos, ni lo presente ni lo que vendrá en el futuro, ni poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios que se encuentra en Yeshua Ha-Mashiaj. (Romanos 8:38-39) En el Mesías estamos seguros por la eternidad.
En el Tanaj el capítulo de reconocimiento del Mesías sufri- ente (Isaías 53) es inmediatamente seguido por un capítulo lleno de gozo (Isaías 54). En él se describe la paz y la alegría que habrá en Jerusalén después que se haya reconocido que el Mesías soporto los pecados. El Mesías pago el precio: El castigo de nuestra paz fue so- bre el (Isaías 53:5). El resultado para Jerusalén es: Grande será la paz de sus hijos (Isaías 54:13)
Un día el Mesías traerá esa paz por completo, pero usted esta invitado a convertirse en estos hijos de Jerusalén ya, ahora. Te presentamos las Escrituras del Nuevo pacto para conocer más acerca de él, Yeshua el príncipe de paz. Usted esta invitado a leer estas Escrituras. Pero aun más se le invita a formar parte de este nuevo pacto por la fe en Él, por lo que será personalmente verdadero aplicado para usted:
Aquí esta una oración que te puede ayudar a dar el primer paso de fe en el Mesías: